Un reducto de la detención pre-reflexiva. Una invitación a poner micrófonos a las sombras y bajar el volumen de los deflectantes brillos de neón.

martes, 15 de abril de 2008

Surcando el deseo



Llegó tarde, quizá a propósito.
Susurrando caricias con sus pasos
Abriendo la puerta como un caballo
hacia el olimpo de la veneración.

Temblorosos rastros de viento
a sus espaldas fue introduciendo
su cuerpo en la sala
profusa de almizcle e incienso.

Se detuvo en un instante, sintiendo
todo el peso, queriendo
aplacar la inercia
para poder fijarse
dolorosamente
en las negras sombras
de los biombos de bambú blancos,
voluptuosos nimbos que se fundían y desdoblaban
como en una tormenta de verano.

Ajún alzó sus manos
aflojando la fíbula del kalasaris
su cuerpo tallado de ébano
se fue desnudando
vaporoso y frágil
como un papiro mojado.

Akenatón sonrió
ladeó la cabeza y la respiración
de los amantes consortes cesó
Ajún ya estaba lista
para recibir el cetro de Geb.

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