Política: Leo en los medios que un joven saudí de 33 años ha colgado recientemente en Internet una contrarréplica del video "Fitna" (documental difundido en la red hace unas semanas y producido por un político ultraderechista holandés para criminalizar el Islam).
El nuevo vídeo que podéis ver abajo se llama "Cisma" y utiliza la mismas técnicas alternando pasajes tremendamente violentos de la Biblia con escenas reales de soldados británicos propinando palizas a iraquíes, niños evangelistas americanos hablando del ejército de Dios ...etc.
(Al margen de todo esto es de esperar que en breve salga una versión del Judaísmo con los mismos ingredientes para cerrar la trilogía como en el Señor de los Anillos)
Frivolidades aparte, es bastante significativo el uso que empieza a tener YouTube como canal de propaganda política. Creo que es muy positivo para la libertad de expresión que cualquiera con una simple cámara y unos principios que defender, pueda colgar un documental o un vídeo reivindicativo.
Internet vuelve a hacer añicos las barreras de entrada de los monopolios de contenido audiovisuales y deja cada vez más en evidencia la escasa capacidad reactiva de las grandes productoras para adaptarse a las nuevas reglas del juego.
Por otro lado, estos vídeos no ayudan para nada al entendimiento, al respeto mutuo entre las diferentes ideologías.
Entre tanta caricatura burda y sesgada de las religiones, deberían proliferar en Internet los testimonios de cristianos que trabajan para el entendimiento de musulmanes, judíos y agnósticos en Occidente. También los vídeos de agnósticos y ateos que defienden y luchan por el derecho a la libre creencia del ser humano (parece evidente pero lo cierto es que existe una creciente fobia en Occidente a la religión provocada por el relativismo). También deberían colgarse vídeos de judíos que luchan por la convivencia pacífica con la cultura musulmana en Oriente Medio y viceversa...
Palabras como "infiel", "hereje", "gentil", "blasfemo" deberían formar parte exclusivamente de nuestra memoria lingüística porque si algo queda claro en este siglo 21 es que el respeto a los derechos humanos está por encima de cualquier idea, creencia o religión. Si algún musulmán, cristiano o judío fundamentalista "piensa" lo contrario tendrá en frente a una inmensa legión de hombres y mujeres que independientemente de la fe y de la ideología, creen en el ser humano como unidad de identidad inescalable con unos derechos irrenunciables.
Es una apuesta muy grande, plantar cara a todos los opresores, no permitir nunca que las corrientes que anhelan aglutinar soldaditos inicien un camino sin retorno hacia la locura de la violencia y la guerra.
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