Un reducto de la detención pre-reflexiva. Una invitación a poner micrófonos a las sombras y bajar el volumen de los deflectantes brillos de neón.

sábado, 19 de abril de 2008

El Viento y el Alma

Con tal vehemencia el viento viene del mar,
que sus sones elementales contagian
el silencio de la noche.

Solo en tu cama le escuchas
insistente en los cristales
tocar, llorando y llamando
como perdido sin nadie.

Mas no es él quien en desvelo
te tiene, sino otra fuerza
de que tu cuerpo es hoy cárcel,
fue viento libre, y recuerda.

(Luis Cernuda)

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