Plexo de broza
noche de mercado.
Siete lágrimas vertidas,
de dos niños
que un duelo
nunca dibujaron.
Agazapado,
comprendí tu risa
antídoto de mil ternuras,
Lesiva, sorpresiva,
la miel probé de tus ojos,
de almas pegamento cautivas.
Entre mi calor y tu frío,
busqué las runas
sin recelo, sin tino
casi siempre perdidas.
"Somos solo almas desnudas,
incapaces de supurar las heridas"
Pero no temo,
los sueños son tejidos en danza,
entre sombras de esperanza
¿Es la aurora que las embalsama?
[Se entrelazarán en el viento,
como hilos de pensamiento,
bordando nuevos recuerdos,
en mejores lienzos del deseo]
Pronto saldremos, ¿lo escuchas?
del plexo de broza,
donde se siembra la nueva prosa,
de las historias grandiosas
que en el alma siempre reposan.
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